El desarrollo del comercio electrónico ha sido, sin duda, un logro tecnológico sin precedentes en la historia de la humanidad. La evolución del proceso de compraventa nos ha llevado a través de un sinnúmero de innovaciones que no han tenido otra intención más que la de facilitarnos la vida y de evitarnos caer en las garras de aprovechados malandrines que comercian con semillas de cacao o pepitas de oro huecas.
Si bien hace ya mucho tiempo que no comerciamos con semillas de cacao, los pillos han sobrevivido a toda esta evolución porque han sabido adaptarse a los cambios que se les han impuesto. Pero si lo piensas detenidamente querido lector, te darás cuenta que las tácticas no han cambiado, solo han innovado los métodos, pero la esencia del engaño sigue siendo la misma: hablar con mucha seguridad de un producto que nos quitará de encima todos los males o nos traerá muchas bendiciones, hablar con tecnicismos rimbombantes, presentarte el producto con ostentosos adornos y ofrecerte increíbles, pero vagas, garantías que lo hacen irresistible a nuestros deseos.
¿Quién no ha escuchado a pomposo merolico en el mercado y se ha sentido mucho muy inteligente como para no caer en tremendo timo? Pues estoy seguro que muchos algún día hemos visto de soslayo, con un tanto de lástima y otro tanto de altanería, a los ingenuos transeúntes que, hipnotizados por la alegre perorata del vendedor, hacen valla para no perder detalle de tan innovador artículo.
Pero lamentablemente a muchos de los que esquivamos a aquel tumulto cargado de un aura de ignorancia y buenas voluntades, ha sido la vida la que nos ha enseñado a caminar por el mundo con la desconfianza de un niño que le regresa la chancla a su madre. En mi caso he de reconocer, con mucha vergüenza, que ha sido un pajarillo adivinador de feria el que me enseño la valiosa lección: ¡diez pesos para que el pajarito adivine su suerte! Vaya ganga, pensé a mis adentros, regocijándome de antemano por la tierna y memorable experiencia que iba a grabar en el corazón de la dama que me acompañaba si el animalito sacaba un mensaje lo suficientemente adecuado.
Los que han pasado por el mismo escarnio entenderán mi sufrir cuando vi al bendito animal salir de su jaula y sacar papelitos a la velocidad en que el demonio se lleva a los políticos al averno. En menos de cinco segundos ya debía yo la friolera de cien pesos. Ver al sagaz gorrión tomar su premio y guardarse dócilmente en su jaula fue el final infeliz del espectáculo más caro y más corto por el que he tenido que pagar. ¿Fue memorable la experiencia para la dama? Claro que sí, sus risas nos acompañaron durante toda la velada, sepultando mi Don Juanezco intento de cincelar un momento romántico en su memoria.
Haciendo de lado el hecho de que pude rescatar mi dignidad pagando estoicamente el precio de uno solo de aquellos papelitos, como originalmente se había acordado – nótese que lo he reflexionado hasta el cansancio –, podemos identificar en esta situación los tres factores necesarios para que se cierre el círculo de la estafa:
1.- Sentir una necesidad
Bien, el primer factor nunca lo podremos eliminar; las necesidades humanas son el motor de la evolución, son la razón por la que nos levantamos todos los días a trabajar y el motivo por el que vuelves a invitar a salir a la dama que te vio fracasar épicamente frente a un pájaro. Los seres humanos estamos constantemente buscando satisfactores que nos ayuden a sentirnos realizados física, emocional y espiritualmente, por lo que no vamos a reprimir nuestra necesidad de salir a conocer el mundo por el miedo a que un desvergonzado gorrioncillo nos robe nuestros cien pesos.
En este caso, lo que debemos de aprender para minimizar el riesgo al buscar satisfacer nuestra necesidad de viajar es “simplemente” controlar nuestros impulsos. No decidas a la primera opción que se te presenta solamente porque te alcanza para adquirirla. Evalúa el viaje, el tiempo que te tomará llegar hasta tu destino, las fechas en las que más te conviene viajar, lo que hay que saber de tu destino antes de viajar, el clima en la temporada del año en la que deseas ir. Quizás si controlas tus impulsos y lo analizas con calma puedas darte el lujo de ampliar tu estancia o de hacer más de un viaje con el mismo presupuesto.
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2.- Ver una oportunidad.
El segundo factor, ver una oportunidad, es difícil de controlar, mas no imposible. Supongamos que has logrado con esfuerzos colarte en el bajo mundo de las tandas Godinezcas y te has colgado la menudencia de tres números consecutivos en la tanda de Marita “La Come-Fritos” (true story). Después de todo un año por fin te ha tocado tu turno y durante tres hermosas quincenas sales de la oficina como un ignominioso magnate directo al Oxxo a depositar tu preciado tesoro para por fin tomarte unas merecidas vacaciones.
Entonces como por arte de magia comienzan a pulular ideas y oportunidades para tu viaje: tus amigos comienzan a dar sus opiniones cuando casualmente comentas tus intenciones de salir de vacaciones, tus tías te dicen que vayas con la prima Cuca que está organizando excursiones a Six-Flags y a la basílica de Guadalupe, Google hace de las suyas y te comienza a llenar todas las páginas que visitas con promociones de viajes a la playa (benditas cookies) y hasta Satanás (disfrazado de tu mejor amig@) comienza a susurrarte al oído que se vayan al Spring Break en Cancún ¡antes de que te salgan más canas!
¿Cuál es la buena oportunidad entonces? ¿Arrancas ese papelito pegado al poste para la próxima excursión a Six Flags? ¿Entras al motor de búsqueda de viajes que más se anuncie en la televisión? ¿Vas a la cadena de tiendas de los “pagos chiquitos” y sin miedo le vendes tu alma al diablo? ¿Escuchas a tu mejor amig@ y dejas en manos de San Martín de Porres tu doncellez y te lanzas a ver gring@s a la playa? ¿O cierras tus ojos, abres tu corazón y le das clic a ese enlace que te promete un viaje y a una honorable esposa rusa en menos de una semana si compartes los números secretos de tu tarjeta de crédito? Aunque todas son tentadoras oportunidades… ¡No des los números de tu tarjeta de crédito y sigue leyendo!
3.- Tomar la oportunidad sin investigar
Lo más importante en este punto es verificar el origen de la oferta. Es claro que los motores de búsqueda de viajes que más se anuncian en la televisión y las cadenas departamentales son una opción confiable, solamente verifica que has llegado a la página correcta, es decir que no has llegado a través de un correo electrónico al que no te subscribiste o a través de una invitación de en Facebook de un tal Sergey Dimitri o una Svetlana… no importa si están muy guap@s ¡no aceptes su invitación ni des clic en sus enlaces!
¿Las excursiones que se anuncian en los postes de la colonia del Bryan y la Brittany son confiables? Probablemente sí, pero lo mejor será que algún amigo o familiar tuyo te recomiende ese tipo de servicios antes de tomar cualquier decisión. En nuestro país existen un número importante de personas dedicadas a ofrecer el servicio de excursiones grupales, muchos de ellos tienen bastantes años trabajando en esto y cuentan con probado y envidiable prestigio; incluso algunos de ellos cuentan con convenios especiales con importantes cadenas hoteleras, de los cuales obtienen precios preferenciales al manejar un flujo constante de personas durante todo el año.
Si te subes a una excursión sin hacer las investigaciones pertinentes, podrás terminar con un amateur de las excursiones y vivir un verdadero viacrucis. Por lo regular estas personas tienen una página en Facebook, desde la cual podrás analizar los comentarios que las personas hacen de su servicio. Si ves que el organizador constantemente tiene que estar defendiendo sus servicios ante sus clientes, es muy probable que tú vayas a tener el mismo problema. Aunque no hay que descartar que simplemente a veces hay clientes complicados, pero no querrás invertir tiempo en analizar el perfil de los quejosos para saber si son de personalidad extrovertida y demandante.
En las agencias de viajes también deberás comparar precios y verificar su prestigio en sus redes sociales, la calidad de su negocio en línea y tener cuidado de verificar sus instalaciones. En muchas ocasiones vas a encontrar grandes diferencias entre las ofertas de cada agencia, ya que depende mucho del sector en el que se especialice la mencionada agencia. Podrás encontrar agencias que se especializan en viajes a Disney, las cuales quizás no te puedan ofrecer el mejor precio a la playa. En este caso, lo mejor es simplemente comparar.
Bien, ahora que ya conoces los factores que aprovechan los estafadores para hacernos caer en sus redes de engaño, es hora de que prendas una varita de incienso y comiences a planear tranquilamente el viaje en el que invertirás el fruto de esa bien merecida tanda… o ya si de plano no perdiste la esperanza y diste clic a ese atractivo perfil de Facebook, entonces vamos planeando una boda doble con Svetlana y con Ekaterina… ¡al primero que se le fugue la esposa pierde!
Referencias
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Murillo-Godínez, G. (21 de 01 de 2018). Relatos e Historias en México. Obtenido de http://relatosehistorias.mx/: http://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/vida-y-milagros-del-dr-merolico
Notimex. (21 de 01 de 2018). www.publimetro.com.mx. Obtenido de www.publimetro.com.mx: https://www.publimetro.com.mx/mx/estilo-vida/2017/03/06/surgio-tradicion-pajaritos-suerte.html
Rashid, F. (21 de 01 de 2018). PC Magazine. Obtenido de http://securitywatch.pcmag.com: http://securitywatch.pcmag.com/social-networking/318565-is-that-facebook-friend-a-scammer-or-someone-you-actually-know